UNA ENCUESTA DE MOVILIDAD CICLISTA

El desarrollo de la Encuesta de Movilidad Ciclista Región Metropolitana de Santiago 2021 tiene como objetivo principal el poder obtener información de los principales elementos que comprenden la experiencia de movilidad de quienes actualmente se desplazan en bicicleta en la Región Metropolitana. Se han considerado elegibles todas aquellas personas que residan en alguna de las comunas de la región Metropolitana al momento de responder el cuestionario, que se desplacen en bicicleta al menos una vez al mes. En tanto la encuesta busca ser representativa de todas, todos y todes, se ha encuestado indistintamente a personas de género femenino, masculino y no binarie, además de incluir también a personas en situación de discapacidad.

El instrumento

Corporación Pedaleable ha desarrollado un levantamiento de información de carácter cuantitativo, el cual busca generar una primera aproximación al estudio de la movilidad en bicicleta en la Región Metropolitana de Santiago. Se espera que la encuesta sirva como un complemento metodológico de un catastro y evaluación de la infraestructura para la movilidad en ciclos y la ciclo-inclusión, en las comunas de la región. De esta manera se ha generado un cuestionario que apunta a caracterizar a la población que se moviliza en bicicleta por las calles de la Región Metropolitana, y a conocer diversos elementos de interés de la experiencia que supone el desplazarse en bicicleta por la ciudad, entre los que destacan aquellos referidos a la seguridad y calidad de viaje, permitiendo determinar lineamientos para el desarrollo de planes y programas que contribuyan a una movilidad activa, segura y sostenible. El cuestionario posee tres (3) módulos:

  1. Caracterización sociodemográfica.
  2. Seguridad y conocimientos generales.
  3. Experiencia y percepciones al moverse en bicicleta.

Aplicación

En virtud de las condiciones sanitarias y las limitantes establecidas a nivel nacional, la aplicación de la encuesta se llevó a cabo a través de un cuestionario online (Google Forms) autoadministrado, que se mantuvo abierto a las respuestas entre el 5 y el 22 de octubre de 2021. Durante este periodo la encuesta alcanza 319 respuestas, las que corresponden a personas residentes de 41 comunas de la Región Metropolitana de Santiago.

¿POR QUÉ LEVANTAR DATOS SOBRE (Y DESDE) LA EXPERIENCIA DE MOVERSE EN BICICLETA?

En las últimas décadas, las ciudades de todo el mundo han sufrido grandes transformaciones a la luz de la revolución digital, las transformaciones demográficas y ultimamente, de las dinámicas urbanas propias de un mundo en pandemia. Sin duda, las formas en que nos movemos en las ciudades también han cambiado inevitablemente, tanto en términos materiales (infraestructura, modos disponibles, entre otros) como simbólicos (experiencias, rutinas, motivaciones, limitantes, etc). 

Parte importante de el estudio de las dinámicas territoriales reside en el estudio de nuestra movilidad, entendida no sólo como una acción que permite a las personas acercarse a espacios, servicios y pares de por sí inconexos; sino como el medio necesario para relacionarse en y con la ciudad. En suma, la movilidad se presenta como una forma fundamental de acceso a la vida urbana; como el hilo que permite la unión física de una multiplicidad de espacios, y a la vez simbólica, del tejido social.

Si bien, en las últimas deécadas la movilidad urbana se ha desarrollado principalmente a través de vehículos motorizados (transporte público o particulares), en los últimos años -y en particular producto de la pandemia por covid-19 y las medidas sanitarias que se han desarrollado para hacerle frente-, el uso de la bicicleta ha tomado particular fuerza. Por otra parte, muchas y muchos ya optaban por moverse sobre ciclos, principalmente en virtud de su eficiencia económica y temporal en las áreas urbanas, además de los beneficios que la actividad física trae consigo. Entre otros factores, esta situación ha impuesto la necesidad de pensar en ciudades que integren la intermodalidad y la multimodalidad, posibilitando el desarrollo de una movilidad fluida y segura.

Creemos que la bicicleta permite observar la ciudad y sus patrones desde una perspectiva única, al poder desplazarnos siempre conectadas y conectados con nuestro entorno, en un punto medio entre el tránsito peatonal y el motorizado. Desplazarse en bicicleta supone moverse de forma activa, tanto física como cognitivamente, comprendiendo una experiencia vívida de la ciudad. Sin embargo, esta experiencia no se encuentra exenta de complejidades, las que son sufridas, en mayor medida, por quienes se encuentran en ciertas situaciones de vulnerabilidad. Del mismo modo, las posibilidades objetivas de eludir este tipo de obstaculizadores se encuentran íntimamente ligadas a ciertas características, habilidades y conocimientos que se desarrollan en la práctica misma de moverse.

A fin de abordar las percepciones y necesidades de quienes eligen formas alternativas de moverse, se vuelve necesario indagar en su experiencia de movilidad, en este caso en bicicleta. De esta manera, el levantamiento y sistematización de distintos tipos de datos permite llevar a cabo un examen de la multiplicidad de experiencias, permitiendo comprender y exponer la diversidad de situaciones que deben sortear quienes elijan moverse sobre ciclos.